La creatividad financiera es la habilidad para hacer dinero. Todos fuimos dotados con una buena dosis de creatividad financiera que está dormida dentro de nosotros esperando a que sea necesaria y surja en forma de grandes ideas y proyectos.
Uno de los grandes problemas de una tarjeta de crédito mal utilizada no es solo el endeudarte y comprometer tus ingresos futuros por meses o años, lo más malo es que nos facilita las cosas y nos quita presión para poder salir adelante de un imprevisto, y nuestro genio financiero puede seguir sin despertar ya que el crédito se encargará de sacarnos adelante momentáneamente.
Imagina que de un momento a otro surge una emergencia o un imprevisto, y requieres cierta cantidad de dinero para poder salir adelante.
Si no tuvieras tarjetas esa presión sería ideal para poner a trabajar a nuestra creatividad y encontrar la manera de hacer el dinero que necesitamos. Pero con una tarjeta no tienes que preocuparte… con solo deslizarla bastará. En ese momento tu problema quedará resuelto, a costa de mermar tus ingresos futuros y alejarte de tu independencia financiera.
Nuestro futuro financiero y el éxito que podamos alcanzar dependerá de nuestra capacidad de pensar a largo plazo. Evitemos a toda costa caer en la trampa de las soluciones rápidas que comprometen nuestro futuro.
Las tarjetas de crédito pueden ser cómodas como medio de pago, pueden ser una buena forma de administrarte, domiciliar pagos y no cargar mucho efectivo. Pero no es buena idea usarla para financiarte.
Somos capaces de generar tanto dinero como sea necesario, solo tenemos que creerlo y usar todo el potencial financiero que hay dentro de nosotros.

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