A menudo nos envuelve la magia navideña y queremos demostrar todo lo que nos importa la gente que amamos mediante regalos. También queremos premiarnos por el trabajo de todo el año, y nos compramos regalos a nosotros mismos.
La mayoría de los mensajes que recibimos a diario nos invitan a gastar, a endeudarnos, a usar tarjetas de crédito, a estrenar hoy y pagar después, etc.
Esta vez, piensa un poco antes de gastar desenfrenadamente. Gasta con moderación, planea tus compras y haz un presupuesto.
También ten en cuenta que las cosas más importantes en esta navidad no son las que podemos cubrir con un cheque o con una tarjeta. Lo más importante es el amor, y es el amor el que debemos gastar todo lo que nos sea posible.
Gasta tus brazos y abraza a toda tu familia y amigos.
Gasta tu tiempo, sobre todo si este año has estado muy ocupado, regálale a tu familia tiempo, atención y cariño.
Da caridad, comparte un poco de lo que tienes con los que menos tienen.
Derrocha la alegría y contagia tu felicidad a todos los que te rodean.
Y por último da gracias, agradece todas las cosas buenas que has recibido. Seamos agradecidos y seguramente siempre tendremos cosas nuevas que agradecer.
Que tengas una muy feliz navidad.
Proveedor de servicios y sitios de internet, budista, esposo, papá, y creador de atracciones de terror!! (No necesariamente en ese orden) 😉