Cuando pensamos en finanzas personales, la mayoría de la gente solo considera pagar deudas, administrar el gasto, ahorrar e invertir; pero olvida una parte fundamental que es la protección.
La protección forma parte de nuestra planeación financiera y consiste principalmente en anticiparse a los acontecimientos que podrían afectarnos financieramente como son los robos, los accidentes, las enfermedades, los desastres naturales y la muerte.
Por ejemplo, en seguros de vida: Para una persona que tiene dependientes económicos es indispensable contar con una suma asegurada adecuada; mientras que para una persona soltera probablemente sea más importante una opción que le proteja en caso de invalidez, o algún plan que proteja su ahorro para el retiro.
Igualmente hay una gran variedad de seguros de gastos médicos para elegir el que mejor se adapte a nuestro presupuesto y nuestras necesidades.
Y además están los seguros de daños, como son los de responsabilidad civil, autos, robos, etc…
Los seguros son un instrumento indispensable para evitar los problemas que ocasionan estos eventos, sin embargo no siempre es posible contar con toda la protección necesaria, ya que estar asegurado contra todo podría ser muy costoso. Es entonces necesario hacer una evaluación de las necesidades y responsabilidades de cada persona para determinar cual será la protección más adecuada.
Proveedor de servicios y sitios de internet, budista, esposo, papá, y creador de atracciones de terror!! (No necesariamente en ese orden) 😉