Se acerca la navidad, algunos ya han recibido sus aguinaldos, bonos, premios de productividad, ahorros del año, etc. En estas fechas mucha gente tiene más dinero que en cualquier otra época del año. Sin embargo los temas de conversación entre compañeros, amigos, familiares, lejos de ser en qué invertir o cómo aprovechar mejor el dinero, son sobre cómo lo vamos a gastar; La cooperación de la posada del trabajo, la cooperación de la posada de los amigos, la reunión familiar, otros compromisos, el pino, los regalos, intercambios, el pavo, la piñata, ropa nueva, y todas las demás cosas que sentimos nos merecemos por un año de trabajo.
El problema es que normalmente no nos queda nada. Gastamos sin medida, y hasta cuando hemos terminado con todo, usamos la tarjeta de crédito para una que otra compra de última hora.
El resultado es inevitable: La cuesta de enero.
Pregúntate a ti mismo, ¿Cuánto me quedó de mi último aguinaldo?, ¿qué hice con el?, ¿en qué me lo gasté?, muy probablemente lo hayas olvidado, ya que lo más fácil en cuestión de dinero es perderlo.
Por eso, cambia algo en esta ocasión:
No compres por impulso. Trata de planear tus compras, aprovecha los catálogos en línea para elegir tranquilamente. No gastes tanto dinero en regalos, las cosas materiales no son lo más importante en estas fechas.
Acelera el pago a tus deudas. Invierte una parte de tu dinero en abonar a tus deudas, y sobre todo no te endeudes más esta navidad. Aunque sea a meses sin intereses, no comprometas tus futuros ingresos.
No gastes en caprichos. No salgas de paseo con tus tarjetas y con tu dinero listos para volar al infinito. Panea tus gastos, haz tus cuentas y determina hasta cuanto puedes gastar y cuando debes guardar.
No te permitas perder tu dinero.
Proveedor de servicios y sitios de internet, budista, esposo, papá, y creador de atracciones de terror!! (No necesariamente en ese orden) 😉