No necesitamos ser artistas, diseñadores o músicos. La inspiración y la creatividad son dones que nos acompañan desde que somos niños. El problema es que con el tiempo perdemos la capacidad de manifestarlas y nos convertimos en personas mecánicas sin ideas nuevas.
Hay veces que cuando queremos iniciar un nuevo proyecto nos enfrentamos a la dura tarea de elegir, idear, proyectar; y simplemente no se nos ocurre nada.
Para encontrar la creatividad dentro de nosotros es necesario encontrar nuestro ritmo, nuestro espacio y nuestro tiempo.
¿Cómo activar la inspiración creativa?
1. Ponte en forma.
Es difícil imaginar o proyectar cuando se está cansado, hambriento o con sueño. Es por eso que la buena alimentación y el acondicionamiento físico es fundamental para que nuestro cuerpo funcione a la perfección y podamos explotar nuestra inspiración para crear.
2. Encuentra tu mejor momento del día.
Cada persona es diferente, nuestro cuerpo sabe en que momento comer, dormir, trabajar. Es por eso que debes identificar en que momento del día tienes la tranquilidad y la disposición para que el tiempo invertido sea mejor aprovechado. Cuando lo identifiques úsalo solo para ti y tu mente. No te distraigas con otros asuntos, correos electrónicos o llamadas de teléfono, solo úsalo para pensar y escribir.
3. Construye tu propio espacio.
No importa si tienes poco espacio disponible. Debes elegir el lugar adecuado y arreglarlo de la mejor forma posible para que haya de preferencia iluminación natural, que esté ventilado, que tengas privacidad y sobre todo que estés cómodo con tu computadora o tu libreta de apuntes.
4. Ten a la mano tus herramientas indispensables.
En un momento de creatividad no puedes salir a la calle a buscar un lápiz nuevo, detenerte a buscar por toda tu casa una hoja de papel limpia, o el cable de alimentación de energía de tu computadora. Todo debe estar a tu alcance para que no interrumpas tu proceso creativo.
5. Escríbelo todo.
Comienza por una lluvia de ideas. Escribe todo lo que te venga a la mente, todo lo que pase por tu cabeza. No te detengas a juzgar tus ideas, no es el momento. No descartes nada. El momento es de crear sin parar.
6. Ordena tus ideas.
La lluvia de ideas puede durar días. Date otro momento para ordenar todo y comenzar a proyectar; visualiza tu meta y comienza a determinar cuál será el camino para llegar a ella.
7. Vuelve a encontrarte contigo para evaluar tus avances.
El camino debe ser revisado constantemente, por eso el proceso creativo no termina con la aparición de la idea, sino que debe acompañar toda la vida del proyecto. Es por eso que debes volver a tu espacio a pensar y a visualizar la meta y el camino. De esta manera podemos encontrar errores o nuevas ideas para corregir el rumbo si es necesario o restablecer nuestra energía y motivación si los resultados hasta el momento son los esperados.
8. Persevera.
A lo largo del camino nos encontraremos con obstáculos, que no solo nos retrasarán o dificultarán el camino, también pueden provocar estragos en nuestra paciencia y determinación. Por eso es necesario perseverar, no rendirnos y mantener nuestra mirada en la meta que nos hemos fijado.
La inspiración creativa nos acompaña en cada etapa de cada proyecto, por eso debemos aprender cómo activarla y cómo mantenerla funcionando cada día dentro de nosotros.
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Proveedor de servicios y sitios de internet, budista, esposo, papá, y creador de atracciones de terror!! (No necesariamente en ese orden) 😉