Alcanzar la libertad financiera es para muchos de nosotros uno de nuestros principales objetivos; llegar al momento en el que obtengamos más ingresos del rendimiento de nuestros activos que el que podríamos obtener de nuestro propio trabajo físico. Se dice que históricamente, nunca ha sido más fácil lograr este sueño que ahora, gracias a los avances tecnológicos, la globalización, y los productos financieros que cada vez te ofrecen mayores ventajas y beneficios.
Para alcanzar esta meta es necesario cuidar tres áreas fundamentales que representan las tres columnas del éxito financiero: Ahorros, Seguros e Inversiones.
Ahorros:
Lo primero que necesitamos es contar con un fondo de emergencias. La mayoría de las personas, cuando no tienen ahorros y por alguna razón pierden su trabajo, no tienen otra alternativa que endeudarse con sus tarjetas de crédito o recurrir a otros préstamos, comprometiendo así sus ingresos futuros y desestabilizando su economía familiar.
Tener ahorros líquidos de entre 2 y 6 meses de tus ingresos te protegerán de caer en la desestabilización y el endeudamiento si llegaras a perder tu fuente de ingresos. Además te darán tranquilidad, lo que te hará una persona más productiva.
Seguros:
Hay algunas personas que no creen en los seguros, que creen que son un lujo, o que tienen dudas sobre la necesidad de contar con ellos. Lo cierto es que la mayoría de nosotros necesitamos de la protección que puede brindarnos una póliza de seguro.
Los seguros nos sirven para protegernos de los riesgos a los que estamos expuestos, que nos resultarían imposibles de cubrir, o que significarían un fuerte golpe a nuestras finanzas. Por eso es necesario tener los seguros adecuados, para que en caso de llegar a necesitarlos, nuestra economía familiar y nuestros planes a futuro no se vean afectados.
Tener una póliza de seguro para nuestro auto nos protege de los gastos generados si llegáramos a participar de un accidente. Una póliza de salud nos protege contra alguna enfermedad costosa que pueda golpear a nuestra familia. Un seguro de vida nos ofrece la tranquilidad de saber que si llegamos a faltar las personas que amamos y dependen de nuestros ingresos podrán salir adelante.
Es tu responsabilidad informarte al respecto y protegerte. Si no estás adecuadamente protegido, quizás estés tomando riesgos que no puedes darte el lujo de tomar.
Inversiones:
Finalmente está la columna de las inversiones. Mientras que los ahorros líquidos y los seguros nos protegerán de las cosas inesperadas que puedan interferir en nuestro camino al éxito financiero, las inversiónes serán las que nos llevarán finalmente a alcanzar nuestra meta.
Cada peso que pongas en inversión se convertirá en tu esclavo y trabajará para ti. El dinero que se genere debe reinvertirse, y así el crecimiento será exponencial. Esto se le conoce como interés compuesto: cuando los rendimientos obtenidos se reinvierten aumentando el fondo y este vuelve a invertirse una y otra vez.
Se dice que si una persona comienza a ahorrar a los 20 años 100 dólares al mes en una cuenta de inversión al 10% anual, y no los toca, permitiendo que el dinero trabaje y que sus rendimientos también sigan trabajando, esta persona podría retirarse a la edad de 65 años con más de un millón de dólares.
Es simple: evita el endeudamiento, ahorra sistemáticamente cada mes, invierte tus ahorros y adquiere los seguros que te brinden la protección adecuada a tus necesidades.
Fotografía: Wikimedia
Proveedor de servicios y sitios de internet, budista, esposo, papá, y creador de atracciones de terror!! (No necesariamente en ese orden) 😉