La gran mayoría de las personas aceptamos la idea de que es bueno invertir en educación, y que ser egresado de una universidad de prestigio incrementa las oportunidades de tener un buen trabajo y un mejor nivel de vida. Así que cuando tenemos hijos siempre pensamos en cómo darles la mejor educación posible según nuestros valores, nuestras creencias y sobre todo de nuestras posibilidades económicas.
Las personas con mayores recursos pueden decidir el tipo de educación que desean para sus hijos, ya sea laica o religiosa, bicultural, con acentuación artística, etc. y envían a sus hijos a las mejores instituciones privadas garantizando así la calidad de la educación que tendrán en cada etapa de su vida.
Para la gente con menos recursos es imposible elegir la institución más atractiva, pero siempre tratan de invertir de la mejor manera dentro de sus posiblilidades.
En el caso de mi esposa y yo, preferimos enviar a nuestro hijo, que apenas va a iniciar su educación básica, a una escuela particular de nivel medio. Evaluamos varias opciones y encontramos la que se ajustaba a nuestro presupuesto y que cumplía con las cosas que considerábamos más importantes. Nosotros, al menos ahora, pensamos que es más importante la calidad en la educación básica que la universitaria, ya que estamos convencidos de que tener buenos cimientos te ayudará desarrollar tu creatividad, a saber hacer una investigación, a planear, a proyectar, y que con estas habilidades básicas puedes destacar y alcanzar el éxito aún estudiando en una universidad pública.
Para otras personas es mucho más atractivo ser egresado de una universidad de prestigio, así que envían a sus hijos a estudiar a las escuelas públicas o privadas según sus posibilidades, para más adelante enviarlos a las mejores universidades, echando mano de becas, ahorros e incluso de préstamos si fuese necesario.
En lo que la mayoría de la gente estamos de acuerdo es que la educación siempre será una buena inversión. Incluso en algunos países europeos, donde tienen una mayor cultura financiera, evitan el endeudamiento en necesidades básicas y gasto corriente, pero si utilizan el crédito para proyectos grandes incluyendo la educación universitaria.
Lo importante es analizar a qué le damos valor, planear las cosas y hacerlas.
Si tu idea es que en el futuro tus hijos puedan acudir a una universidad de prestigio y te preocupa cómo tendrás los recursos para hacerlo hay productos de ahorro en el mercado que te ayudarán a garantizar esos objetivos.
Particularmente, si te interesa cómo puedes garantizar la educación de tus hijos mediante el ahorro aún si llegaras a faltar, contáctame para brindarte una asesoría profesional.
Proveedor de servicios y sitios de internet, budista, esposo, papá, y creador de atracciones de terror!! (No necesariamente en ese orden) 😉