Cuando vemos que aun no es fin de quincena y nos hemos quedado sin efectivo, que nos estamos retrasando en pagos y que las deudas siguen creciendo, es común que lo primero que nos venga a la mente es «necesito ganar más dinero».
Si nuestros gastos superan nuestros ingresos la solución común es buscar otro trabajo con mejor sueldo o alguna actividad extra para obtener más dinero.
Esto está bien como medida emergente, pero solamente es cubrir temporalmente el problema, ya que normalmente cuando alcanzamos un mejor ingreso nuestros gastos suben de nuevo, casi como por acto de magia.
La verdadera solución es enfocarnos en combatir nuestros malos hábitos financieros.
Gastar todo el dinero que se gana y endeudarse todo lo que se puede, es sin duda el peor de los malos hábitos que llevan a las personas al endeudamiento, la incertidumbre financiera e incluso a la quiebra.
Para cambiar cualquier hábito malo debe sustituirse por uno bueno, que ocupe el lugar que tenía el mal hábito en tu vida. Y el primer buen hábito que debemos adquirir es: aprender a vivir con menos de lo que podemos ganar.
Haz un presupuesto mensual, y lleva un control adecuado de tus ingresos y gastos diariamente, y así podrás identificar en dónde puedes ahorrar.
Debemos ver la manera de quitar todo tipo de gastos innecesarios con tal de paulatinamente ir logrando una diferencia entre lo que ganamos y lo que gastamos. No importa que al principio la diferencia sea muy poca.
Haz un cambio positivo a tu vida desde hoy. Tu seguridad financiera, tu familia y tu propio futuro serán los beneficiados.
Proveedor de servicios y sitios de internet, budista, esposo, papá, y creador de atracciones de terror!! (No necesariamente en ese orden) 😉