Tener un negocio propio es el sueño de muchas personas. Sin embargo, son pocas las que en verdad se proponen lograrlo, y cuando lo consiguen una gran parte de ellas termina por cerrar sus negocios antes de completar su primer año.

La planeación es vital para que un negocio pueda tener éxito.

En este artículo te compartimos cuatro ingredientes básicos, que no pueden faltar, cuando inicias la aventura de ser tu propio jefe.

1. Pasión

Lo que hagas tiene que gustarte y apasionarte. Sin pasión te será muy difícil alcanzar el éxito, aun y cuando tu idea tenga gran potencial de ingresos.

2. Liquidez y seguros

Sin liquidez, es muy difícil sostener un negocio nuevo. La inversión inicial, en la mayoría de los casos, sólo te servirá para arrancar. Antes de comenzar, asegúrate de contar con capital suficiente, para sostener el día a día; créditos, para inversiones y oportunidades de crecimiento; y seguros, para proteger tus inversiones.

3. Conocimiento y experiencia

Tu negocio debería ser en un área que domines y en la que tengas experiencia suficiente, para salir adelante en todas las dificultades que puedan surgir. Entre más preparado estés, las oportunidades de alcanzar el éxito serán mayores.

4. Mentalidad

Aunque «ser tu propio jefe» puede sonar tentador, la verdad, es que un negocio propio no es retirarse, ni es más fácil. Tener un negocio propio significa un compromiso muy grande contigo mismo, con tus clientes, con tus empleados, proveedores, y otras personas que dependerán de ti. Significa trabajo duro y mentalidad para afrontar los problemas que puedan surgir. Y fortaleza, para soportar el fracaso, con la convicción de que cada tropiezo, significa un paso más en tu carrera al éxito.

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